miércoles, 3 de diciembre de 2025

MONTEOLIVA: DEL MOTÍN POLICIAL A LA DOCTRINA BULLRICH

| ★ POLÍTICA |

(★) Argentina.- La nueva ministra de Seguridad asume con el peso de la crisis cordobesa de 2013 y la promesa de continuar la línea de mano dura

Alejandra Monteoliva juró como ministra de Seguridad en la Casa Rosada, marcando una transición que une dos momentos clave de su trayectoria: el caótico motín policial de Córdoba en 2013 y la actual promesa de continuidad con la "doctrina Bullrich". La funcionaria cordobesa, de 55 años, llega al cargo nacional tras una experiencia provincial que quedó grabada en la memoria colectiva.
En diciembre de 2013, apenas dos meses después de que José Manuel de la Sota la designara ministra de Seguridad provincial, la Policía de Córdoba se acuarteló en reclamo salarial. Las calles quedaron liberadas y se desató una ola de saqueos y violencia que paralizó la provincia. La crisis dejó un muerto y 200 detenidos, mientras Monteoliva enfrentaba críticas por su manejo de la situación.
Entre las causas del motín: razones económicas como el fin de pagos extras por protección en espectáculos, el cese de adicionales por patrullajes y el impacto de la Ley de Trata que cerró prostíbulos, afectando negocios vinculados a fuerzas policiales. El narco-escándalo previo ya había mostrado vínculos entre policías y tráfico de drogas.
Monteoliva renunció días después de restablecido el orden, pero su carrera continuó. Con formación en Colombia y experiencia en Naciones Unidas, se vinculó a Patricia Bullrich durante el gobierno de Mauricio Macri, donde fue directora Nacional de Operaciones de Seguridad. Ahora, con el aval de Bullrich -quien juró como senadora-, Monteoliva promete sostener la línea de "reglas claras, profesionalismo y presencia en el territorio".
La designación reactiva debates sobre capacidad de gestión y continuidad de políticas de seguridad que priorizan el control del orden público y la represión sobre otros enfoques. Monteoliva asume con el desafío de equilibrar su pasado cordobés con las expectativas de un gobierno que busca consolidar su doctrina de seguridad.