| ★ POLÍTICA |
(★) Bolivia.- Bolivia gira su modelo de gestión pública: los fondos estatales, patrimonio de los trabajadores, serán invertidos en el sector privado, en una clara adopción de lógicas neoliberales.
El gobierno boliviano anuncia que direccionará la inversión de la Gestora Pública de Fondos al sector privado, un giro que desnuda la metamorfosis del Estado plurinacional hacia formas sutiles (¡o no tanto!) de neoliberalismo con rostro indígena, donde los recursos colectivos se transfieren a manos que acumulan mientras se vacía de contenido la promesa de economía comunitaria. Mientras el discurso oficial habla de "dinamización" y "eficiencia", la arquitectura financiera se reconfigura para que el ahorro social —ese patrimonio construido con el sudor de mineros, campesinos, obreros— circule por los circuitos del capital especulativo, despojando a las mayorías de su herramienta de inversión estratégica y reproduciendo la lógica extractiva que convierte todo bien común en mercancía financiarizable.
Sectores obreros alertan contra esta privatización encubierta. El dirigente del gremio panadero enfrenta procesos judiciales —¿casualidad?— en medio de la resistencia. La policía anuncia reducción de burocracia y refuerzo operativo, un guiño al control social mientras se desmonta lo público. Investigan por corrupción al mismo dirigente sindical que se opone al desvío de fondos, criminalizando la protesta con el viejo manual del lawfare aplicado a los de abajo. La estrategia gubernamental salta a la vista: se judicializa al trabajador que defiende el patrimonio colectivo mientras se entregan millones al sector privado sin auditoría social.
¿Dónde queda la economía plural construida desde en la Constitución? El Estado, que debería ser herramienta de descolonización, se convierte en puente para la fuga de recursos hacia el capital concentrado. Los fondos de la Gestora —ese ahorro colectivo— ahora irrigarán empresas privadas en nombre del "desarrollo", mientras las comunidades ven cómo su futuro se hipoteca en los balances de grupos económicos. La pregunta es brutal: ¿quién gana cuando lo público se vacía para llenar bolsillos privados? El silencio de los números siempre habla más fuerte que los discursos.
* El Gestor/a Público/a en Bolivia es el máximo ejecutivo y representante legal de una entidad estatal, nombrado por autoridad política para dirigirla, administrar sus recursos y cumplir sus metas. Es un cargo con altísima responsabilidad administrativa y financiera, y es fundamental para la implementación de las políticas públicas.