| ★ POLÍTICA | NO AL EXTRACTIVISMO |
(★) Argentina.- El gobierno mendocino apura fichas mientras la sociedad se organiza para resistir el avance minero.
En una jugada política que huele a urgencia corporativa, el gobierno de Alfredo Cornejo promulgó en tiempo récord dos leyes mineras clave: el Fondo de Compensación Ambiental y el nuevo régimen de regalías. La velocidad contrasta con la lentitud histórica para resolver problemas ambientales reales. Mientras tanto, el proyecto PSJ Cobre Mendocino ya tiene luz verde, y el agua -ese recurso sagrado en tierras áridas- se convierte en el centro de la disputa. El agro consume el 83% del agua provincial, pero ahora la minería entra al juego con 141 litros por segundo que extraerá del arroyo El Tigre en Uspallata.
Las nuevas normas crean el Fondo de Compensación Ambiental y reforman el régimen de regalías mineras. El fondo, administrado por el Ministerio de Energía y Ambiente, está diseñado para reparar daños ambientales cuando los responsables no puedan costearlo o en emergencias. Tiene prohibición expresa de usarse para gastos corrientes o consultorías, buscando garantizar que el dinero vaya directamente a remediación. Las regalías establecen una alícuota general del 3% sobre el valor "boca mina", con posibilidad de llegar al 5% para proyectos que no hayan iniciado construcción. Del total recaudado, el 88% irá a Rentas Generales provinciales (con el 15% destinado al Fondo de Desarrollo Económico y Socioambiental) y el 12% a municipios productores que adhieran al régimen.
El verdadero conflicto está en el agua. En Mendoza, donde la escasez hídrica es crónica, PSJ Cobre Mendocino planea extraer 141 l/s de un arroyo cuyo caudal medio es de 314 l/s. Según cálculos oficiales, esto reduciría en un 8% la recarga del acuífero que alimenta la ciénaga de Yalguaraz.
La minería se presenta como progreso, pero el extractivismo nunca trae desarrollo genuino. Mientras el gobierno celebra leyes que regulan lo que debería prohibirse, las comunidades quedan atrapadas entre promesas de empleo y amenazas ambientales. El agua no se negocia, se defiende -gritan las pancartas en las calles-. Y en Mendoza, donde cada gota cuenta, esta batalla apenas comienza. La verdadera riqueza no está en el cobre bajo tierra, sino en el agua que permite la vida sobre ella.