| ★ POLÍTICA | EMPLEO |
(★) Argentina.- El ajuste neoliberal se cobra miles de puestos de trabajo mientras el gobierno celebra números macroeconómicos.
La realidad laboral argentina muestra una herida profunda que sangra día a día. Desde que asumió el gobierno de Javier Milei, las cifras oficiales revelan una destrucción masiva de empleo que golpea especialmente a las provincias y al sector privado. En Santa Fe, el panorama es desolador: más de 2.100 empresas cerradas y casi 25 puestos de trabajo destruidos diariamente desde noviembre de 2023. A nivel nacional, la cifra escalofriante alcanza los 264.101 empleos perdidos, un promedio de 431 por día.
Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino confirman la tendencia negativa. Entre junio y septiembre de 2025, el empleo privado acumuló una pérdida de 49.000 puestos, con caídas mensuales cercanas al 0,2%. La situación se agrava cuando se analiza la comparación interanual: el empleo asalariado se redujo 0,5%, representando 53.300 puestos menos, mientras el trabajo independiente cayó un brutal 11,9%, equivalente a 378.000 personas fuera del sistema formal.
La distribución geográfica de la crisis es alarmante. En septiembre, sólo siete de las 24 jurisdicciones registraron aumentos mensuales del empleo, mientras 17 provincias sufrieron caídas. Las industrias manufactureras retrocedieron 0,4% mensual y 1,8% interanual, confirmando el desmantelamiento del aparato productivo. El contraste con períodos anteriores es evidente: entre 2003 y 2015, la producción industrial creció más del 70% y se crearon 2,4 millones de empleos registrados.
Esta destrucción laboral sistemática no es casualidad sino política económica deliberada. Mientras se celebra la "libertad" económica, miles de trabajadores y trabajadoras pierden sus medios de subsistencia. La solidaridad de clase y la organización colectiva emergen como únicas respuestas posibles frente a un modelo que privilegia números fríos sobre vidas humanas. La memoria de conquistas laborales pasadas ilumina el camino para reconstruir lo que hoy se demuele con saña ideológica.