| ★ ARGENTINA |
(★) Argentina.- La plataforma de comercio por internet acumula 350 millones de dólares en beneficios impositivos mientras reclama regulación para sus competidores chinos, exponiendo las contradicciones del capitalismo de plataforma.
El extractivismo fiscal corporativo se manifiesta en los regímenes de promoción que Mercado Libre utiliza como mecanismo de acumulación por desposesión del erario público. La Ley de Economía del Conocimiento, diseñada originalmente para impulsar pymes tecnológicas, ha sido cooptada por grandes conglomerados que obtienen reducciones en Ganancias y créditos sobre aportes patronales. En los primeros nueve meses de 2025, la empresa recibió 67 millones de dólares en beneficios fiscales -50 millones de dólares por Ganancias y 17 millones de dólares por seguridad social-, representando un incremento del 52% interanual. Argentina constituye su único refugio impositivo formal en toda la región, compensando así el aumento de alícuotas y la menor deducción por inflación.
Los impactos en las clases trabajadoras son múltiples: mientras la empresa reporta ganancias netas de 421 millones de dólares en el tercer trimestre y márgenes operativos superiores al 5,7%, los beneficios fiscales representan una transferencia de recursos públicos que podrían destinarse a salud, educación o infraestructura social. La contradicción se profundiza cuando la plataforma, que emplea a 12.000 personas en Argentina, reclama "marco regulatorio igual para todos" frente al avance de Shein y Temu, evidenciando la hipocresía de corporaciones que exigen protección estatal mientras se benefician de tratamientos preferenciales. La tasa efectiva global del grupo sería varios puntos más alta sin estos incentivos, demostrando cómo la plusvalía extraída se ve potenciada por desgravaciones fiscales.
Las alternativas podrían pasan por democratizar el acceso a los regímenes promocionales, priorizando a cooperativas tecnológicas y pymes que generen desarrollo endógeno. Es necesario transitar hacia una economía social del conocimiento donde los beneficios fiscales estén condicionados a la reinversión comunitaria, la soberanía tecnológica y la distribución equitativa de la riqueza generada. La justicia fiscal requiere de poder terminar con los privilegios de las grandes corporaciones y construir un sistema donde la innovación tecnológica sirva al bien común y no a la acumulación privada. Pero esto suena un sueño disparatado en esta Argentina distópica actual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu comentario es fundamental para mejorar y enriquecer este espacio. Antes de publicarlo, ten en cuenta:
- Respeto: Los comentarios ofensivos o de spam serán eliminados.
- Conversación: Intenta que tu aporte sume al tema del artículo.
- Privacidad: Evita dejar datos personales sensibles (email, teléfono) en el texto.
¡Gracias por ser parte de la conversación!