| ★ POLÍTICA |
(★) Argentina.- La memoria no es un museo sino un campo de batalla donde se disputan los significados del horror y la impunidad.
Este sábado, mientras el Encuentro Memoria Verdad y Justicia junto al Comité de Solidaridad por Palestina convocan a repudiar los genocidios histórico y presente, la derecha más rancia organiza su propio acto por la libertad de militares condenados por crímenes de lesa humanidad —presos de lujo en domiciliarias cómodas mientras las víctimas siguen buscando justicia.
La Plaza de Mayo será escenario de esta confrontación simbólica y material. Villarruel y otros figurones intentarán capitalizar la movilización fascista como victoria ideológica callejera del gobierno. Grupos marginales organizados por WhatsApp —mostró El DiarioAR— buscan pisotear los pañuelos blancos con sus pañuelos negros. La Libertad Avanza aún no se anima al apoyo explícito, temiendo el fracaso de una convocatoria decrepita o que sean corridos.
Los datos duelen: 30.400 detenidos desaparecidos, un genocidio palestino que no cesa. Las fuerzas de seguridad siempre defienden a los fascistas —como en Italia, Euzkadi, España— pero la calle es nuestra si nos organizamos. Recordemos: la dictadura se fue por movilización popular, con el rabo entre las patas. Los juicios se reabrieron por presión popular, no por gracia de ningún gobierno.
Y la pregunta que quema: ¿Permitiremos que los asesinos de ayer marchen impunes hoy? La plaza es de las Abuelas, es de las Madres, es de los luchadores populares. No hay otra agenda el sábado.
