martes, 9 de diciembre de 2025

TIERRA, SANGRE Y REPRESIÓN: EL PARAGUAY QUE NO QUIEREN QUE VEAS

| ★ POLÍTICA |

(★) Paraguay.- Mientras el gobierno de Santiago Peña protege latifundios y narcotraficantes, campesinos sin tierra enfrentan balas y cárcel por reclamar lo que es suyo.

La brutalidad del Estado paraguayo se desnuda una vez más en San Pedro. Este 5 de diciembre, mientras el mundo miraba hacia otro lado, la represión estatal descargó su furia contra campesinos y campesinas que osaron reclamar la Estancia Lucipar, tierra usurpada por mafiosos y administrada con hermetismo por SENABICO. No es casualidad: el gobierno de Santiago Peña, ese fiel lacayo de latifundistas y agroexportadores, tiene una única estrategia frente a la lucha por la tierra: criminalización, violencia y más cárcel.
Lo que ocurre en Paraguay no es un caso aislado. Es el mismo patrón que vemos en Argentina con la resistencia mendocina contra la megaminería, en Ecuador con el ataque de Noboa a la universidad pública, o en Chile donde Kast amenaza con más represión. Mientras las élites acumulan riqueza obscena -¿recuerdan esos 5,9 billones de dólares en herencias que hemos mencionado en una nota anterior?- los pueblos son reprimidos por reclamar lo mínimo: tierra para vivir, agua para beber, educación para sus hijos.
La hipocresía es monumental. Mismo gobierno que protege tierras malhabidas y propiedades de narcotraficantes, reprime a quienes luchan por la reforma agraria. Mismo Estado que permite que Glencore reactive minas con beneficios fiscales en Argentina, mientras criminaliza a campesinos paraguayos. Es la misma lógica extractivista y colonial que sacrifica vidas en el altar de las ganancias.
Pero hay algo que los poderosos no entienden: la organización popular no se detiene. Como señala nuestra última editorial en este blog, "la verdadera resistencia nunca viene de arriba. Viene de abajo, de los territorios, de las asambleas". Los campesinos paraguayos lo saben bien: su lucha no es sólo por tierra, es por dignidad, por soberanía alimentaria, por un país donde la riqueza no sea privilegio de unos pocos.
La Federación Nacional Campesina exigió la libertad inmediata de los detenidos de la Coordinadora Sin Tierra del Norte. Demandó que las tierras confiscadas a narcotraficantes sean destinadas a la reforma agraria. Y llamó a mantener firme la lucha, porque como bien dicen los compañeros: "La lucha por la tierra es la lucha por la patria. Sin reforma agraria no habrá paz". Mientras haya represión, habrá resistencia. Y mientras haya resistencia, habrá esperanza.