martes, 9 de diciembre de 2025

REFORMA LABORAL: EL ATAQUE DEFINITIVO A LOS SINDICATOS

| ★ POLÍTICA | TRABAJO |

(★) Argentina.- El gobierno libertario lanza su ofensiva final contra el movimiento obrero organizado con una reforma que busca desarticular décadas de conquistas laborales.

La presentación este martes del proyecto de reforma laboral confirma lo peor que temía la clase trabajadora: un paquete normativo diseñado para desmantelar el poder sindical desde sus cimientos. El borrador de 109 páginas que circula profusamente -y que el gobierno no desmiente- ataca simultáneamente derechos individuales y colectivos. La reducción de indemnizaciones (excluyendo vacaciones y aguinaldo del cálculo), la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que financiaría despidos con aportes patronales, y la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos son apenas la punta del iceberg.
Pero el núcleo duro del proyecto es antisindical: termina con la prelación de los convenios nacionales sobre los de empresa, facilita la personería gremial de sindicatos empresariales y limita drásticamente el derecho a huelga, asambleas y horas gremiales. Como si fuera poco, la rebaja de aportes patronales a obras sociales golpearía directamente las arcas sindicales. La estrategia gubernamental es clara: fragmentar la negociación colectiva y debilitar financieramente a las organizaciones.
Mientras la CGT intenta un "reagrupamiento defensivo" -con Gerardo Martínez como interlocutor oficial pero con creciente malestar interno-, las organizaciones sociales y piqueteras ya convocaron para este martes cortes en 32 puntos del país. En el Senado, Patricia Bullrich se prepara para liderar la batalla legislativa, aunque el oficialismo carece de mayoría propia y enfrenta resistencias incluso entre sus aliados.
Esta reforma no es sólo un ajuste más: es el intento de reconfigurar las relaciones laborales para siempre, subordinando derechos históricos a la lógica del mercado. La respuesta del movimiento obrero determinará si Argentina mantiene su tradición de sindicalismo fuerte o entra en una nueva era de precarización generalizada.