| ★ POLÍTICA |
(★) Internacional.- Los multimillonarios descubren que heredar 5,9 billones de dólares es más fácil que conseguir trabajo de entrada.
La derecha siempre nos dice que el mérito es lo que cuenta, pero resulta que el mérito más eficiente es nacer en la familia correcta. Según Bloomberg Linea, en los próximos 15 años se transferirán US$5,9 billones entre generaciones de ultrarricos, lo que técnicamente convierte a la herencia en el "emprendimiento" más rentable del siglo XXI.
Lo más gracioso es que el 82% de estos padres multimillonarios quiere que sus hijos "desarrollen habilidades para triunfar de forma independiente". ¡Qué nobleza! Es como darle a alguien un yate de 50 metros y decirle: "Aprende a remar por tus propios medios". El 67% espera que sigan sus pasiones, que curiosamente siempre coinciden con administrar fideicomisos en paraísos fiscales.
México lidera en América Latina con US$97.700 millones en herencias pendientes, seguido por Brasil (US$46.400 millones) y Chile (US$35.100 millones). Argentina cierra con US$1.500 millones, demostrando que ni en la desigualdad podemos competir con los grandes.
El 36% de estos nuevos ricos considera mudarse por "calidad de vida" y "optimización fiscal", que es la forma elegante de decir: "Me voy a donde me cobren menos impuestos para mantener mi estilo de vida de lujo". El 66% identifica los aranceles como principal riesgo, porque nada amenaza más la riqueza heredada que pagar lo justo.
Lo más irónico: el 55% quiere que sus hijos "usen su riqueza para generar impacto positivo". Como si acumular capital en cuentas offshore fuera una forma novedosa de activismo social. La nueva generación descubre que con 5,9 billones en el banco, hasta la filantropía se vuelve un problema de logística. Se nos repite, como un dogma, que la economía es la ciencia de administrar recursos escasos. Pero los datos desnudan la verdad: la escasez no es universal; es un designio social. La riqueza no escasea, se concentra. Los $5.9 billones en herencias no son un recurso escaso a administrar, sino un poder monumental a perpetuarse.