| ★ POLÍTICA |
(★) México.- La marea humana que desbordó el corazón de México demostró que el proyecto político que nació hace siete años sigue más vivo que nunca.
El sábado 6 de diciembre, el Zócalo capitalino fue testigo de una de las movilizaciones más masivas de los últimos tiempos. Según la propia presidenta Claudia Sheinbaum, más de 600 mil personas colmaron la plaza principal para celebrar el séptimo aniversario de la Cuarta Transformación. La marcha, conocida como "Mitin del Tigre", partió desde el Ángel de la Independencia y fue creciendo como un río humano que avanzó por Paseo de la Reforma, sumando contingentes de estados como México, Tlaxcala, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Zacatecas.
En su discurso, Sheinbaum lanzó un mensaje contundente: "Por más campañas sucias y alianzas de grupos del conservadurismo nacional e internacional que buscan intervenciones extranjeras, no podrán vencer al pueblo ni a la Jefa del Ejecutivo Federal". La mandataria defendió el carácter humanista del proyecto, afirmando que "no creemos en el poder del dinero y no nos arrodillamos frente a los poderosos".
Los números presentados fueron elocuentes: 13.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza entre 2018 y 2024, México es el segundo país menos desigual del continente, el salario mínimo aumentó 154% desde 2018, y la inflación se mantiene controlada en 3.57%. Sheinbaum destacó especialmente que "sin aumentar impuestos, la recaudación aumentó este año en 501 mil millones de pesos, solamente combatiendo la evasión y la corrupción".
La presidenta respondió directamente a las críticas de la oposición, señalando que "nuestros adversarios políticos se han dedicado a construir realidades virtuales en las redes sociales". Recordó los fraudes electorales del pasado neoliberal y contrastó: mientras en los gobiernos de Calderón y Peña Nieto los homicidios dolosos aumentaron 250%, en la 4T se han reducido 34%.
La movilización masiva demostró que, más allá de las narrativas opositoras, el proyecto transformador mantiene una base social amplia y comprometida. Los gritos de "¡No estás sola!" y "¡Presidenta!" que resonaron en el Zócalo confirmaron que, siete años después, la llama de la esperanza sigue encendida para millones de mexicanos que ven en este proyecto una ruptura definitiva con el viejo régimen oligárquico.