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(★) Argentina.- Un repartidor necesita realizar más de 15 entregas diarias para superar la línea de pobreza, mientras el sector muestra signos de agotamiento como "alternativa laboral".
Los números son contundentes: según un informe de la Fundación Encuentro, en septiembre de 2025 un repartidor necesitó completar 461 pedidos mensuales para alcanzar la Canasta Básica Total de un hogar tipo de cuatro integrantes. Esto equivale a más de 15 entregas diarias, todos los días del mes, sin descanso. El ingreso promedio por pedido, sin incluir propinas, fue de $2.553,60 en plataformas como Rappi y PedidosYa.
La situación se agrava cuando se analiza la evolución temporal. En apenas dos meses, entre julio y septiembre, los repartidores necesitaron once viajes adicionales para mantener el mismo nivel de ingresos, lo que representa un incremento del 2,5% en el esfuerzo físico necesario. Esta dinámica responde a un fenómeno de pinzas: por un lado, la demanda de servicios de delivery crece menos que antes, afectada por la caída del poder adquisitivo; por otro, cada vez más personas se suman a esta modalidad laboral para reemplazar ingresos perdidos o complementar salarios insuficientes.
El sector carece de parámetros salariales estandarizados, convenios colectivos o referencias claras, lo que dificulta medir el impacto real de la inflación en los ingresos de los trabajadores. Además, la capacidad de generar pedidos está condicionada por factores externos como la demanda, el clima, las tarifas dinámicas y los ajustes algorítmicos de las plataformas, reduciendo el margen de previsión económica para los repartidores.
El Coeficiente de Alcance del Pedido Promedio (APP) desarrollado por la Fundación Encuentro permite dimensionar el verdadero esfuerzo detrás de este trabajo. Para cubrir un alquiler promedio en CABA se necesitan 271 pedidos, la crianza de un hijo requiere 190 entregas y para equiparar el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) 126 pedidos.
Lo que se presentó como una "solución laboral flexible" se ha convertido en un sistema que exige jornadas extenuantes para alcanzar ingresos básicos. La economía de plataformas, que mueve 1.860 millones de dólares y emplea a 160 mil personas en Argentina, muestra signos claros de agotamiento como alternativa laboral sostenible, revelando las profundas desigualdades estructurales del mercado de trabajo contemporáneo.
