jueves, 4 de diciembre de 2025

EL GOBIERNO ARGENTINO FIJA UN SALARIO MÍNIMO QUE QUEDA POR DEBAJO DE LA INDIGENCIA Y QUE NO LLEGA NI SIQUIERA A IGUALAR LA INFLACIÓN ACTUAL

| ★ POLÍTICA | ECONOMÍA |

(★) Argentina.- El Ejecutivo nacional estableció unilateralmente un esquema de actualización del salario mínimo que mantiene a los trabajadores en situación de vulnerabilidad extrema.

El gobierno de Javier Milei oficializó un aumento escalonado del Salario Mínimo, Vital y Móvil que comenzará en 328.400 pesos en noviembre de 2025 y llegará a 376.600 pesos en agosto de 2026, con incrementos mensuales promedio de 5.400 pesos. La decisión fue tomada de forma unilateral tras el fracaso de las negociaciones en el Consejo del Salario, donde no hubo consenso entre representantes sindicales y empresariales. Según análisis críticos, este monto equivaldría a sólo un tercio de la canasta básica total y quedaría por debajo incluso de la canasta de indigencia, configurando lo que algunos medios califican como "aumentos miserables".
La Resolución 9/2025 publicada en el Boletín Oficial establece diez incrementos consecutivos hasta agosto del próximo año, aplicables tanto a trabajadores mensualizados como jornalizados. Paralelamente, la normativa modifica el cálculo de la prestación por desempleo, que ahora se determinará tomando el 75% de la mejor remuneración neta percibida en los seis meses previos a la desvinculación, con topes que van del 50% al 100% del salario mínimo vigente.

A partir de diciembre de 2025, el Salario Mínimo, Vital y Móvil se actualizará de la siguiente manera según el decreto de Milei, y el impacto de la inflación mensual promedio de los últimos meses según el propio INDEC estimada en 2% mensual, y lo que debiera aumentar el salario, para al menos no perder poder adquisitivo, o que no se coma el "aumento" la inflación:

       MES            "AUMENTO DE SALARIO"         PROYECCIÓN DE INFLACIÓN     DIFERENCIA

Diciembre 2025          $334.800                                            $334.968                                        - $168

Enero 2026                 $341.000                                            $341.664                                        - $664

Febrero 2026               $346.800                                           $347.833,28                                - $1.033,28

Marzo 2026                 $352.400                                           $354.789,94                                - $2.389,94

Abril 2026                    $357.800                                        $361.885,73                                   - $4.085,73

Mayo 2026                 $363.000                                        $369.123,44                                    - $6.123,44

Junio 2026                 $367.800                                         $376.505,91                                    - $8.705,91

Julio 2026                 $372.400                                          $384.036,03                                    -$11.636,03

Agosto 2026               $376.600                                        $391.716,75                                    - $15.116,75


De esta manera, en agosto de 2026, si la inflación mantuviera el promedio mensual de 2%, los salarios mínimos estarían bajando su poder adquisitivo un 4%, es decir, no sólo no mantendrían una recuperación acorde a la inflación, sino que incluso irían a la pérdida.

CONTRASTE CON EL MODELO MEXICANO
Mientras Argentina avanza con aumentos que no cubren necesidades básicas, México presenta un escenario diametralmente opuesto. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció un incremento del 13% al salario mínimo general para 2026 (ver nota: MÉXICO: LA JORNADA DE 40 HORAS, UNA VICTORIA HISTÓRICA QUE LLEGA EN ETAPAS). Este incremento, acordado por consenso entre sector obrero y patronal, beneficiará a 8.5 millones de trabajadores y representa un crecimiento del 154% en poder adquisitivo desde 2018.
La diferencia de enfoque es abismal: el gobierno mexicano celebra acuerdos tripartitos que permiten aumentos significativos sin impacto inflacionario -según sus declaraciones-, y en cambio, la administración argentina impone unilateralmente ajustes que mantienen a los trabajadores en la indigencia. México avanza hacia la reducción gradual de la jornada laboral a 40 horas semanales, mientras Argentina enfrenta críticas por la reforma laboral en ciernes que, según la oposición, implican "menos derechos, más horas de trabajo, salarios más bajos". Dos modelos económicos, dos concepciones del rol del Estado en la protección laboral.