| ★ CINE |
(★) Cuba.- Mientras el mundo occidental renuncia a soñar por vivir más, China construye puentes cinematográficos que cuestionan la esencia misma de la humanidad.
Según el diario Granma, el reciente Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana acogió producciones chinas que evidencian una transformación profunda en la cinematografía del gigante asiático. La película "Resurrección", coproducción chino-francesa de 2025 dirigida por Bi Gan, plantea preguntas fundamentales sobre la capacidad humana de soñar en un futuro distópico donde esta facultad ha sido sacrificada por la longevidad.
El filme, que articula seis historias con estilos que van desde el cine silente hasta las técnicas más contemporáneas, funciona como metáfora del propio cine chino contemporáneo: un arte que ha trascendido sus fronteras para expandirse a nuevas latitudes, temáticas y audiencias. Según el análisis del medio cubano, el cineasta Bi Gan declaró la necesidad de "volver a las cosas tradicionales, antiguas, puras y simples", buscando respuestas a interrogantes básicas de la existencia.
La presencia china en el festival incluyó también "Shen Zhou 13", primer largometraje filmado en el espacio exterior, y "Viviendo la tierra", drama rural sobre transformaciones sociales en los años 90. Esta diversidad temática y tecnológica refleja el impulso estratégico que China ha dado a su industria cinematográfica, integrada en los planes de desarrollo nacional con perspectiva cultural más allá del beneficio económico.
Los datos son elocuentes: según la Administración de Cine de China, los ingresos de taquilla superaron los 7.000 millones de dólares en 2025, con un 81,9% correspondiente a producciones nacionales y 1.194 millones de espectadores. Películas como "Ne Zha 2", con más de 2.000 escenas de efectos especiales y participación de 138 empresas, muestran el desarrollo colectivo del sector.
Como señala Granma, el cine chino contemporáneo construye puentes que desafían la geografía, priorizando el intercambio cultural y respondiendo al llamado del presidente Xi Jinping de crear obras que reflejen el espíritu de los tiempos y expresen las aspiraciones del pueblo. En un mundo donde algunos eligen vivir más renunciando a soñar, China propone, a través de su cine, que siempre será preferible soñar colectivamente.
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