| ★ POLÍTICA | NO AL AJUSTE |
(★) Argentina.- La comunidad científica argentina se levanta contra lo que califica como un "desfinanciamiento total" que pone en riesgo décadas de desarrollo.
El escenario es crítico. Más de 30 asociaciones científicas y la Red de Directores del CONICET emitieron alertas institucionales tras la decisión gubernamental de anular subsidios ya adjudicados (PICT 2022) y cerrar la convocatoria 2023. La medida, tomada el 4 de diciembre, marca un punto de inflexión que los investigadores describen como "el desmantelamiento deliberado de una estructura que llevó generaciones construir".
Beatriz Bragoni, investigadora del CONICET, lo explica sin vueltas: "Esto afectó a todo el ecosistema científico-tecnológico, a todos los campos de conocimiento, y esta última medida corta de raíz la savia que lo alimentaba". La situación retrotrae a los años 90, pero con una diferencia clave: según los científicos, hoy no hay diálogo ni plan alternativo.
El impacto es concreto. Proyectos en marcha se detienen, jóvenes investigadores emigran y líneas de trabajo que demandaron décadas se pierden. Las ciencias básicas y sociales son las más afectadas, con un 15% de los fondos destinados tradicionalmente a humanidades.
La respuesta oficial -convocatorias orientadas a empresas privadas- es vista como insuficiente. "Instrumentos restrictivos, con montos bajos y plazos incompatibles con la investigación", señalan desde el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas.
Argentina se ubica como el único país de la región que sistemáticamente dejó de financiar ciencia. Para los directores del CONICET, esto representa "un quiebre en el desarrollo sostenido y un retroceso sin precedentes".
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