| ★ POLÍTICA | LABORAL |
(★) Argentina.- El sector oleaginoso paraliza el país en defensa de derechos históricos.
La Federación Aceitera lanzó un paro nacional de 24 horas que comenzará este jueves, sumándose a la movilización convocada por la CGT en Plaza de Mayo. La medida responde al rechazo frontal al proyecto de reforma laboral que impulsa el gobierno, un paquete de 191 artículos que las trabajadoras y trabajadores del sector consideran un ataque sistemático a sus conquistas históricas. El gremio, liderado por Daniel Yofra, advirtió que podría extender la medida si el Congreso avanza con la iniciativa oficial.
El conflicto trasciende lo meramente sectorial: el paro aceitero impacta directamente en la liquidación de divisas por exportaciones, generando alerta en el gobierno por sus efectos económicos inmediatos. Pero más allá de los números, lo que está en juego es el modelo de relaciones laborales. La federación identifica tres ejes de ataque: la fragmentación de la negociación colectiva mediante convenios por empresa, la restricción del derecho de huelga ampliando las actividades "esenciales", y modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo que incluyen el polémico "banco de horas".
Lo que el gobierno presenta como modernización, las trabajadoras y trabajadores lo viven como regresión. La eliminación de la ultraactividad de los convenios, la reducción de indemnizaciones y el desfinanciamiento previsional configuran, según el gremio, una transferencia masiva de recursos desde el mundo del trabajo hacia el capital. La medida aceitera se suma a la adhesión de ATE, mostrando un frente sindical que, pese a diferencias internas, encuentra unidad en la defensa de derechos básicos.
La protesta aceitera expone la contradicción entre un discurso oficial de crecimiento y una práctica que debilita las herramientas de defensa colectiva.
El Senado prepara un trámite veloz para la reforma, las calles comienzan a llenarse de resistencia. La huelga no es sólo por salarios, sino por la preservación de un modelo de organización que costó décadas construir y que hoy está bajo asedio sistemático.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu comentario es fundamental para mejorar y enriquecer este espacio. Antes de publicarlo, ten en cuenta:
- Respeto: Los comentarios ofensivos o de spam serán eliminados.
- Conversación: Intenta que tu aporte sume al tema del artículo.
- Privacidad: Evita dejar datos personales sensibles (email, teléfono) en el texto.
¡Gracias por ser parte de la conversación!