| ★ PUEBLOS ORIGINARIOS |
(★) Argentina.- Una comunidad mapuche defiende su territorio ancestral en Villa La Angostura mientras la justicia neuquina ordena su desalojo inmediato.
La tensión se intensifica en las tierras patagónicas. Desde hace más de una década, el Lof Paicil Antriao mantiene la ocupación del predio conocido como Camping Correntoso -que ellxs denominan Quilla Hue-, territorio que reclaman como parte de su legado ancestral en Villa La Angostura, Neuquén. La comunidad sostiene su presencia desde 2011, fundamentando su derecho colectivo sobre estas tierras que consideran parte integral de su identidad y memoria histórica.
El conflicto escaló dramáticamente cuando el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén falló en 2024 contra la comunidad, negando su reclamo de ancestralidad y ordenando la restitución del predio al municipio local. Esta decisión fue confirmada recientemente tras el rechazo de recursos extraordinarios, allanando el camino para la ejecución del desalojo. La orden judicial notificada por el juez Francisco Astoul Bonorino exige el abandono del territorio en un plazo de apenas cinco días.
La comunidad denuncia que detrás del fallo judicial se esconden oscuros intereses inmobiliarios. Acusan al juez Bonorino de pertenecer a una familia de inmobiliarios de la zona y de favorecer a especuladores vinculados con desarrollos turísticos. En su comunicado, señalan que algunas de las partes denunciantes residen en Buenos Aires y nunca habitaron la región, evidenciando según ellxs un claro aprovechamiento del fallo para beneficiar a terceros.
La derogación de la Ley 26.160 -que suspendía desalojos a comunidades indígenas mientras se realizaba el relevamiento territorial- reactivó según la comunidad una oleada de despojos territoriales. Frente a esta situación, responsabilizan al Estado provincial y exigen la intervención del gobernador Rolando Figueroa y del ministro Jorge Tobares para evitar lo que definen como "un atropello".
La resistencia se organiza. La comunidad anuncia que no abandonará el territorio, invocando su dignidad y sus lazos ancestrales con la tierra. "Por nuestra dignidad y por nuestros derechos, a partir de este momento ponemos en resguardo territorial este espacio amenazado y si es necesario vamos a resistir a un inminente desalojo", declaran en su comunicado.
Este conflicto territorial expone las tensiones entre el derecho a la propiedad privada y los derechos ancestrales de los pueblos originarios, mientras la comunidad mapuche se prepara para defender lo que considera su hogar histórico frente a lo que perciben como una avanzada especulativa que amenaza su existencia misma en el territorio.