| ★ UN DÍA COMO HOY |
(★).- A 204 años de su nacimiento, recordamos al coautor del materialismo histórico, cuya colaboración con Marx forjó las bases teóricas del socialismo científico y la emancipación proletaria.
El 28 de noviembre de 1820 nacía en Barmen, Prusia, Friedrich Engels, figura fundamental en la construcción del pensamiento socialista moderno. Su colaboración con Karl Marx marcó un punto de inflexión en la historia del pensamiento social, dando forma a la concepción materialista de la historia que cambiaría para siempre nuestra comprensión del desarrollo humano.
Engels llegó al socialismo a través de la experiencia directa con la clase obrera inglesa en Manchester, donde trabajó en una firma comercial propiedad de su padre. Allí no se limitó a las oficinas, sino que recorrió los barrios obreros, observando de primera mano la miseria y el sufrimiento del proletariado industrial. Esta vivencia se plasmó en su obra "La situación de la clase obrera en Inglaterra" (1845), donde demostró que el proletariado no era solo una clase que sufría, sino una fuerza social destinada a luchar por su emancipación.
La convergencia teórica entre Engels y Marx comenzó en 1844 y se consolidó en trabajos conjuntos como "La Sagrada Familia" y "La ideología alemana". Juntos desarrollaron la concepción materialista de la historia, superando el idealismo hegeliano y el materialismo contemplativo de Feuerbach. Esta nueva visión colocaba la actividad humana transformadora -la praxis- en el centro del desarrollo histórico.
Su colaboración dio frutos monumentales como el "Manifiesto del Partido Comunista" (1848), texto que sigue inspirando al movimiento obrero mundial. Lenin destacaría que Marx y Engels "fueron los primeros en demostrar que la clase obrera es un producto necesario del régimen económico actual" y que "el socialismo no es una invención de soñadores, sino la meta final del desarrollo de las fuerzas productivas".
Tras la muerte de Marx en 1883, Engels asumió la titánica tarea de editar y publicar los tomos II y III de "El Capital", asegurando que la obra cumbre de su camarada llegara a las generaciones futuras. Hasta su muerte en 1895, continuó siendo el principal consejero del movimiento socialista europeo, combatiendo las desviaciones reformistas y mecanicistas que amenazaban la teoría revolucionaria.
Engels demostró que la historia no es el producto de grandes personalidades o ideas abstractas, sino el resultado de la lucha entre clases sociales cuyos intereses están determinados por su lugar en la producción. Su legado permanece vigente como herramienta indispensable para comprender y transformar el mundo contemporáneo.