"La historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa"

jueves, 18 de diciembre de 2025

STEDILE ADVIERTE: REELECCIÓN DE LULA NO BASTA SIN LUCHA DE MASAS

| ★ POLÍTICA |

(★) Brasil.- El dirigente del MST plantea que el 2026 debe combinar campaña electoral con movilización popular para cambios estructurales

La advertencia del histórico dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), João Pedro Stedile, resuena como campanada en el escenario político brasileño: reelejir a Lula en 2026 es necesario pero insuficiente si no viene acompañado de un fortalecimiento de la lucha de masas. En un análisis que atraviesa la crisis estructural del capitalismo y la decadencia del imperialismo norteamericano, Stedile traza un mapa complejo donde la transición hacia un mundo multipolar aún no se consolida.
Para el referente del MST, el gobierno de Lula logró recuperar terreno político tras un inicio complicado en 2025, con la aprobación de medidas como la exención del impuesto a la renta para quienes ganan hasta cinco mil reales. Sin embargo, la estructura desigual más profunda de Brasil -donde el 1% más rico concentra riquezas pero el 88% sobrevive del trabajo diario- permanece intacta por falta de reformas estructurales. Stedile es claro: políticas asistenciales como el Bolsa Familia mejoran condiciones inmediatas pero no transforman las bases del sistema.
El contexto internacional marca la urgencia. Con Estados Unidos en decadencia pero intentando reafirmar su control sobre América Latina, y China avanzando cautelosamente mediante tecnología más que fuerza militar, Brasil enfrenta presiones múltiples. La ofensiva imperialista se expresa tanto en intentos de apropiación de recursos naturales como en financiamiento de fuerzas de ultraderecha en la región.
La estrategia para 2026 debe ser dual según Stedile: por un lado, la campaña reeleccionista debe debatir un proyecto de país que hoy falta -con temas como reindustrialización, soberanía alimentaria y defensa ambiental-. Por otro, debe comprometerse con demandas urgentes: reducción de la jornada laboral a 34-36 horas, tarifa cero en transporte metropolitano, vivienda popular y trabajo formal para los 70 millones de informales.
La reflexión final es contundente: sin movilización popular sostenida, cualquier gobierno -incluso progresista- queda limitado por los amarres del sistema. El voto abre puertas, pero sólo la lucha en las calles arranca conquistas que transformen realmente la vida de las mayorías. El desafío para 2026 no es sólo ganar las elecciones, sino construir la fuerza social que obligue a cambios estructurales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu comentario es fundamental para mejorar y enriquecer este espacio. Antes de publicarlo, ten en cuenta:
- Respeto: Los comentarios ofensivos o de spam serán eliminados.
- Conversación: Intenta que tu aporte sume al tema del artículo.
- Privacidad: Evita dejar datos personales sensibles (email, teléfono) en el texto.

¡Gracias por ser parte de la conversación!