martes, 25 de noviembre de 2025

VACCIMEL: UNA VACUNA ARGENTINA TRANSFORMA LA LUCHA CONTRA EL MELANOMA

| ★ SALUD |

(★) Argentina.- Desarrollada tras más de 30 años de investigación nacional (programa del CONICET y la Fundación Sales), ya se administra en hospitales públicos y privados para evitar recaídas en pacientes de alto riesgo.

A partir de esta semana, los oncólogos argentinos cuentan con una herramienta inédita: Vaccimel, la primera terapia celular aprobada en el país –y una de las pocas en el mundo– para tratar el melanoma cutáneo en estadios intermedios. El tratamiento, fruto de tres décadas de trabajo del equipo del doctor José Mordoh, investigador del Conicet, comenzó a distribuirse bajo estricto control hospitalario, luego de superar los últimos trámites regulatorios.
No se trata de una vacuna preventiva. Vaccimel se aplica después de la cirugía, en tumores gruesos o con compromiso ganglionar mínimo, cuando el riesgo de metástasis aún acecha. Durante dos años, el paciente recibe trece dosis que “educan” al sistema inmune para reconocer y destruir células tumorales escapadas. En ensayos previos, seis de cada diez personas lograron evitar la recaída sin los efectos tóxicos de los anticuerpos monoclonales.
El Laboratorio Pablo Cassará, único habilitado en Argentina para fabricar terapias avanzadas, garantiza la producción local y abastece, en una primera etapa, al Hospital María Curie porteño. El costo, similar al de fármacos comparables, se canaliza a través de obras sociales y prepagas. Situación que choca frontalmente con la realidad de un sistema de salud fragmentado donde el acceso depende cada día más de coberturas privadas que excluyen a millones (cabría preguntarse: ¿quién pagará por esta innovación cuando el sistema público colapsa y las obras sociales recortan prestaciones?).
Dermatólogas como Ana De Pablo celebran la llegada de “una nueva arma adyuvante” que prolonga la vida sin sacrificar calidad. Advierten, sin embargo, que la clave sigue siendo la detección temprana: revisar lunares que cambian de forma, color o tamaño y evitar el sol sin protección entre las 10 y las 16.
Con Vaccimel, la ciencia argentina demuestra que es posible competir con los grandes laboratorios globales y ofrecer a los pacientes una esperanza hecha en casa.