miércoles, 26 de noviembre de 2025

LA MUERTE ELEGIDA DE PAUL LAFARGUE Y LAURA MARX

| ★ UN DÍA COMO HOY |

(★).- Un siglo después, el suicidio pactado de estos emblemáticos militantes socialistas sigue generando reflexiones sobre la dignidad humana y el compromiso revolucionario.

El 26 de noviembre de 1911, Paul Lafargue y Laura Marx decidieron poner fin a sus vidas de manera conjunta, un acto que conmocionó profundamente al movimiento socialista internacional. En su testamento, Lafargue explicaba que, estando sano de cuerpo y espíritu, prefería despedirse de la existencia antes de que la vejez le arrebatara los placeres de la vida y lo convirtiera en una carga para los demás. Con setenta años cumplía así la promesa que se había hecho de no superar esa edad.
La trayectoria militante de Lafargue abarcaba cincuenta y cinco años de acción ininterrumpida. Nacido en Santiago de Cuba en 1842, de familia con raíces francesas, dominicanas y cubanas, se formó como médico aunque nunca ejerció la profesión. Desde su juventud se declaró republicano, socialista, materialista y ateo, adhiriéndose a la Primera Internacional en 1865 durante su visita a Marx en Londres. Su compromiso con la causa obrera lo llevó a participar activamente en la Comuna de París y a desarrollar una intensa labor organizativa en España, donde colaboró estrechamente con Pablo Iglesias y otros fundadores del socialismo español.
Laura Marx, segunda hija menor de Karl Marx, fue su compañera inseparable en la lucha y en la vida. Juntos realizaron una enorme labor en la recuperación y difusión de los escritos del padre del socialismo científico. La pareja sufrió la trágica pérdida de sus tres primeros hijos, que murieron al nacer, lo que sin duda marcó profundamente sus vidas.
Lafargue destacó como uno de los principales teóricos del socialismo francés, siendo autor de obras fundamentales como "El derecho a la pereza", un texto heterodoxo e irónico que sigue siendo editado y discutido hasta nuestros días. En esta obra, desarrollaba una crítica virulenta contra las concepciones burguesas que ensalzaban el trabajo como virtud, reivindicando el "ocio creador" como privilegio que la clase dominante negaba a los trabajadores.
Su actividad política fue intensa y multifacética: fundador del Partido Obrero Francés junto con Jules Guesde, diputado socialista, organizador de la Segunda Internacional y constante agitador y propagandista. Desde el parlamento francés, donde un representante burgués declaró que "con Lafargue ha entrado el colectivismo", desarrolló una incansable labor de agitación que su esposa llamaba "el judío errante".
El gesto final de Lafargue y Laura generó controversias dentro del movimiento socialista. Lenin expresó su desacuerdo, argumentando que un socialista no se pertenece a sí mismo sino al partido, y que mientras pueda ser útil a la clase obrera no tiene derecho a suicidarse. Sin embargo, el testamento de Lafargue revela una coherencia extrema con sus convicciones: moría con la alegría suprema de tener la certidumbre del triunfo futuro de la causa por la que había luchado durante casi medio siglo: " !Viva el comunismo! !Viva el socialismo internacional!"

> Paul Lafargue:
> Laura Marx:
1886: Repuesta a una Calumnia (14 de abril de 1886) junto con Elenor Marx Aveling