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(★) Argentina.- La histórica cita feminista que reúne a miles de activistas tendrá su próxima edición en 2026 en la provincia mediterránea, tras una votación ajustada que refleja la vitalidad del movimiento.
El movimiento feminista argentino escribió un nuevo capítulo en su historia colectiva. En el cierre del 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries realizado en Corrientes, más de 70.000 participantes eligieron mediante aplausómetro a Córdoba como sede para 2026. La decisión no fue sencilla: un virtual empate entre la provincia mediterránea y la Ciudad de Buenos Aires obligó a repetir la votación, demostrando la intensidad del debate interno sobre dónde enfrentar mejor a la ultraderecha.
Las postulantes cordobesas argumentaron su propuesta mencionando episodios recientes como el doble femicidio de Luna y Mariel y el hostigamiento de grupos conservadores contra el Congreso de Infancias y Adolescencias Trans. "Venimos a asumir la responsabilidad inmensa de recibirles en nuestra provincia", declararon, comprometiéndose a "batallar por la unidad, contra este Milei que nos quiere sumisas, divididas, subordinadas". Sin embargo, otras organizaciones feministas de Córdoba expresaron públicamente su desacuerdo, argumentando que el encuentro debía realizarse en Buenos Aires para "enfrentar a la ultraderecha en el centro del poder".
Los encuentros, que surgieron en 1986 como una iniciativa de feministas que reunió a mil mujeres en el Centro Cultural San Martín, han evolucionado hacia un fenómeno único en el mundo. Según Andrea D'Atri, fundadora de Pan y Rosas, "no existe en ningún otro país del mundo un fenómeno similar que se haya sostenido durante tantos años". Estos espacios autogestionados han sido semillero de conquistas históricas: desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto hasta redes de solidaridad con trabajadoras de fábricas recuperadas.
La vitalidad del movimiento feminista argentino, que desborda cualquier intento de regimentación, se mantiene gracias a estos encuentros que permiten tejer lazos, compartir experiencias y construir estrategias colectivas. En un contexto de avance de la ultraderecha y ataques a derechos conquistados, la elección de Córdoba para 2026 representa un nuevo desafío para un movimiento que ha demostrado, a lo largo de casi cuatro décadas, su capacidad de resistir, proponer y transformar la realidad desde la diversidad y la organización popular.