martes, 11 de noviembre de 2025

LA REGIÓN AMERICANA PIERDE OTRA VEZ SU ESTATUS LIBRE DE SARAMPIÓN: UN FRACASO COLECTIVO DEL NEOLIBERALISMO SANITARIO

| ★ SALUD |

(★).-La OPS confirma que Canadá provocó la pérdida del certificado regional apenas meses después de recuperarlo, mientras Argentina enfrenta más de 3.100 notificaciones sospechosas

La noticia llega como un golpe duro a la salud pública continental: las Américas perdieron nuevamente el estatus de región libre de sarampión. La Organización Panamericana de la Salud confirmó este lunes que la transmisión sostenida durante 12 meses en Canadá hizo caer el certificado que apenas se había recuperado en 2024.

El director de la OPS, Jarbas Barbosa, fue claro: "Un país puede perder el certificado y provoca que las Américas como región ya no sean libres de sarampión". La ironía es amarga: el mismo virus que la ciencia pudo controlar con vacunas accesibles vuelve a amenazar por fallas estructurales en los sistemas de salud.

En Argentina, la situación es particularmente preocupante. Las últimas 40 semanas epidemiológicas registraron más de 3.100 notificaciones de sarampión, con 35 casos confirmados. Daniel Salas, de la OPS, advirtió sobre la necesidad de actuar ante casos sospechosos sin esperar confirmación de laboratorio: "Hay que ver el estado vacunal y si no tiene cobertura completa, vacunar en las primeras 48 a 72 horas".
La cobertura regional del 78% para la vacuna contra el sarampión resulta insuficiente frente al 95% necesario para frenar la circulación viral. Esta brecha no es casual: refleja el desmantelamiento progresivo de los programas de vacunación pública, la mercantilización de la salud y la falta de acceso equitativo a servicios básicos.
Barbosa recordó que el sarampión es "el virus más contagioso conocido por la humanidad" -una persona puede infectar a 18- y puede causar ceguera, neumonía, encefalitis y muerte. Pero detrás de estas cifras hay un drama social: interrupción de escolarización, pérdida laboral y sobrecarga de sistemas sanitarios ya debilitados.

La recuperación del certificado dependerá ahora de que Canadá complete un año sin circulación viral, repitiendo el ciclo que ya vivió Brasil. Mientras tanto, la región queda expuesta a un patrón que se repite: avances en salud pública seguidos de retrocesos cuando la prioridad no es la prevención colectiva sino el ajuste presupuestario.

La lección es clara: sin compromiso político real con la vacunación universal y gratuita, sin sistemas de salud robustos y sin abordar las desigualdades estructurales, los logros sanitarios serán siempre temporales y frágiles.