martes, 18 de noviembre de 2025

EL HAMBRE ES UN CRIMEN: LAS INFANCIAS ORGANIZADAS DENUNCIAN LA DESPOSESIÓN ALIMENTARIA

| ★ ARGENTINA |

(★) Argentina.- Miles de niños y niñas marcharon en La Plata para exigir el derecho a las cuatro comidas diarias en un país que produce toneladas de alimentos

La República de los Niños de La Plata fue escenario de una movilización histórica donde las organizaciones de Lxs Chicxs del Pueblo denunciaron que el hambre infantil es una decisión política. Bajo la consigna "El hambre es un crimen", miles de pibes y pibas de todo el país se congregaron por segundo año consecutivo para reclamar por sus derechos fundamentales, en un acto que combinó la protesta con el encuentro comunitario.
La paradoja resulta insoportable: Argentina produce toneladas de alimentos mientras la mitad de los niños y niñas viven bajo la línea de pobreza. Los testimonios recogidos durante la marcha revelan una realidad desgarradora: hay chicos que se van a la cama sin comer, que salen a trabajar en vez de estar en el colegio para poder llevar un plato de comida a sus casas. La mercantilización de la vida alcanza su expresión más brutal cuando el acceso a la alimentación básica se convierte en un privilegio de clase.
Desde el balcón de la réplica de la Casa de Gobierno en la República de los Niños, los jóvenes voceros leyeron un documento elaborado colectivamente durante meses. "No puede ser que en un gobierno donde producimos toneladas de alimentos sigamos viniendo acá a este balcón a hablar de que el hambre es un crimen", expresó Mito, una de las voceras. "Es una vergüenza ir por los barrios, ver a tantas criaturas chiquitas y no saber si tienen un plato de comida en la mesa".
La acumulación por desposesión se manifiesta en el cierre sistemático de centros comunitarios y espacios de acompañamiento, verdaderas familias que sostienen a niños, niñas y adolescentes. Estos lugares, donde se contiene, se enseña y se cuida, son clausurados mientras el Estado nacional habla de libertad. Las organizaciones exigen que en lugar de cerrarlos se abran más, porque allí las infancias encuentran afecto, educación y comunidad.
Los discursos también denunciaron la profundización de problemas sociales como el avance del narcotráfico, la violencia y el deterioro emocional de las y los jóvenes. "Es un crimen lo que estamos viviendo nuestras comunidades. Es un crimen lo que vemos frente al avance del narcotráfico. Es un crimen lo que estamos viviendo con la cantidad de problemas sociales que no encuentran respuestas", sostuvieron desde las vocerías.
La jornada destacó la fuerza de la comunidad organizada como actor político que hace, que reclama y que sostiene. Reivindicaron una forma de hacer política desde abajo, desde el cuerpo a cuerpo, que prioriza lo común y coloca a las infancias en el centro. "Venimos a exigir un derecho. Nos venimos a reconocer como un actor político que reclama y que hace porque entiende a la militancia como un verbo, jamás como un sustantivo", afirmaron.
Manuela Mendi, educadora de La Plata, invitó a no bajar los brazos y a construir una nueva política: "El hambre es una decisión política. Y para que eso cambie, tenemos entonces que hacer política. No ya la política de cartón, no la política de las fotos. Se trata de esta política, la nuestra. La que hacemos cuerpo a cuerpo, la que hacemos en los barrios".
El acto cerró con un llamado claro: inventar otro presente, más humano y más justo, donde cada pibe y cada piba tenga comida, educación, amor, alegría y un lugar para crecer acompañados. Con la promesa de seguir luchando, sin bajar los brazos, "con ternura", en comunidad, las infancias organizadas demostraron que la plusvalía social extraída de sus cuerpos hambrientos no será aceptada en silencio.