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(★) EEUU.- Nuevos correos del financiero pedófilo revelan la intimidad tóxica entre Epstein y Trump, mientras el presidente intenta desviar la atención hacia sus rivales políticos.
La publicación de correos electrónicos del patrimonio de Jeffrey Epstein ha destapado una caja de Pandora que expone la profunda complicidad entre las élites económicas y políticas estadounidenses. Los mensajes, obtenidos por la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, muestran una relación simbiótica entre el delincuente sexual y figuras como Donald Trump, Bill Clinton y poderosas instituciones financieras.
En los correos de 2011, Epstein afirma que Trump "pasó horas" con Virginia Giuffre, una de sus víctimas más prominentes que murió por suicidio en abril pasado. Aunque Giuffre nunca implicó a Trump en delitos, la revelación pone en evidencia la proximidad del entonces empresario con la red de explotación sexual. Epstein también sostiene que Trump "sabía sobre las chicas", confirmando lo que el propio presidente admitió: que expulsó a Epstein de Mar-a-Lago por captar jóvenes que trabajaban allí.
La reacción de Trump ha sido furiosa y calculada. En lugar de enfrentar las acusaciones, ha lanzado una contraofensiva pidiendo investigar a Bill Clinton, Larry Summers, Reid Hoffman y al banco JP Morgan. "Los registros demuestran que estos hombres, y muchos otros, pasaron gran parte de su vida con Epstein y en su isla", declaró en Truth Social.
Los correos revelan la doble moral de Epstein, quien en privado describía a Trump como "malo más allá de lo imaginable, loco" y "completamente loco", mientras mantenía una relación cercana con él durante años. La correspondencia muestra cómo Epstein utilizaba sus conexiones con poderosos para posicionarse como alguien con "visión privilegiada" sobre el hombre que se convertiría en presidente.
La Casa Blanca ha intentado minimizar el escándalo, calificando los correos como "pruebas que no prueban absolutamente nada". Pero la realidad es que este caso expone la estructura de impunidad que protege a las élites: Epstein podía moverse libremente entre círculos de poder mientras operaba una red de explotación sexual de menores.
Esta semana, la Cámara votará si obliga a la divulgación completa de archivos adicionales de Epstein, lo que podría sacar a la luz más detalles sobre esta red de complicidades. Mientras tanto, Trump insiste en que "tiene un país que gobernar", intentando desviar la atención de un escándalo que desnuda la podredumbre moral del sistema.
Sobrevivientes del caso Jeffrey Epstein
publican un video pidiendo al Congreso que publique los archivos.
