| ★ CHILE |
(★) Chile.- Las elecciones presidenciales del 16 de noviembre muestran un país polarizado donde la derecha y ultraderecha amenazan con imponerse sobre un gobierno progresista que no logró transformar las bases del modelo neoliberal.
La disputa se concentra en cuatro figuras: Jeannette Jara (oficialismo), José Antonio Kast (extrema derecha), Evelyn Matthei (derecha tradicional) y Johannes Kaiser (derecha ultra liberal). Las encuestas previas a la veda electoral ubican a Jara liderando la primera vuelta con alrededor del 27%, pero perdiendo en todos los escenarios de balotaje contra cualquier candidato de derecha. Kast aparece como favorito para la segunda vuelta con ventajas de hasta 18 puntos sobre Jara.
El debate final del 10 de noviembre dejó en claro las profundas diferencias. Mientras Jara intenta distanciarse del gobierno de Boric, Matthei radicaliza su discurso de "mano dura" contra la migración y la delincuencia, llegando a proponer que miembros del Tren de Aragua terminen "en la cárcel o en el cementerio". Kaiser, por su parte, promete 100.000 despidos en el sector público y mayor militarización del orden interno.
Esta polarización es profundamente asimétrica: la derecha se radicaliza hacia posiciones autoritarias y ultraliberales, mientras el oficialismo gira hacia el centro, buscando acuerdos con la vieja Concertación y retrocediendo en banderas históricas. El eje de la campaña no está en las demandas sociales del estallido de 2019, sino en seguridad y migración, con consenso generalizado en torno al "orden" y el ajuste fiscal.
Pero detrás de la aparente calma electoral persiste un profundo descontento social. Las condiciones estructurales que provocaron el estallido —pensiones miserables, precariedad laboral, crisis de vivienda— siguen intactas. El miedo de las élites a un nuevo levantamiento es real, y el orden actual es frágil.
La izquierda anticapitalista plantea la única alternativa real de ruptura con el modelo, llamando a la organización de la clase trabajadora para enfrentar los ataques que se vienen y abrir el camino hacia un gobierno que ponga la vida por encima de las ganancias.