| ★ ARGENTINA |
(★) Argentina.- Una medida extrema frente al silencio cómplice del sindicato y el Estado provincial
La protesta de los trabajadores del Ingenio Ledesma en Jujuy expresa la brutal ofensiva patronal que utiliza el tope indemnizatorio congelado desde 2021 como herramienta de disciplinamiento laboral. Más de 30 delegados autoconvocados se encadenaron en las puertas de la planta azucarera denunciando la complicidad entre la empresa, el gobierno provincial y la conducción sindical del SOEAIL. Esta alianza perversa permite despidos "a precio de ganga", configurando una reforma laboral de hecho que precariza sistemáticamente las condiciones de vida de la clase trabajadora.
El impacto en las familias jujeñas es devastador: más de 300 trabajadores despedidos en lo que va del año, sumando tanto los bajo convenio como otras modalidades contractuales. Sólo en la última semana, 22 obreros fueron cesanteados sin argumentación alguna, mientras la empresa amenaza con continuar los despidos una vez finalizada la zafra. La persecución sindical es evidente - muchos despedidos son exdelegados y referentes gremiales que disputan la conducción actual del SOEAIL. El secretario general Luciano Lezano brilla por su ausencia, confirmando que el aparato sindical funciona como extensión de los intereses empresariales.
La resistencia obrera desde abajo marca el camino: la asamblea autoconvocada mantendrá el acampe hasta lograr la reincorporación de todos los despedidos. Los trabajadores encadenados demuestran que la única respuesta posible frente a la violencia patronal es la organización colectiva y la lucha sin concesiones. Su grito "no vamos a permitir que sigan jugando con nuestras vidas" resuena como advertencia a un sistema que mercantiliza la existencia humana, mientras la historia enseña que las conquistas se arrancan con la dignidad en alto y la solidaridad de clase.