| ★ ECONOMÍA |
(★) Argentina.- Fondos de inversión internacionales exigen la liberación del dólar mientras el gobierno implementa un ajuste estructural que profundiza la crisis social y el mercado ajusta sus proyecciones a la baja.
El análisis estructural revela una relación de dependencia donde el capital financiero transnacional condiciona las políticas económicas nacionales. La exigencia de PIMCO para liberar el tipo de cambio expresa la lógica de acumulación por desposesión que caracteriza al capitalismo contemporáneo. Esta dinámica se complementa con el respaldo de analistas como Nouriel Roubini, quien celebra el "éxito" de un modelo basado en la represión cambiaria y el ajuste fiscal del 5% del PBI, ignorando los costos sociales de esta estrategia. El poder global, representado por el Estado estadounidense y la banca transnacional de Wall Street, consolida procesos antipopulares que priorizan la rentabilidad del capital sobre las necesidades de la población. Las proyecciones del mercado reflejan esta tensión estructural, con ajustes a la baja en las expectativas económicas que evidencian la fragilidad del modelo.
El impacto en los sectores populares es devastador: se han perdido 291.936 empleos formales bajo la gestión actual, distribuidos en 169.240 del sector privado, 101.051 del sector público y 21.645 en casas particulares. Los recortes fiscales alcanzan los 87,8 billones de pesos, con reducciones de 22,1 billones en obra pública, 16,2 billones en jubilaciones y 13 billones en programas sociales. Esta desposesión sistemática se manifiesta en movilizaciones masivas de jubiladxs frente al Congreso y protestas en defensa de la educación y salud pública, evidenciando la resistencia popular frente a un modelo que mercantiliza derechos básicos. Mientras tanto, las proyecciones del mercado anticipan una caída del PBI del 0,5% en el tercer trimestre y apenas una leve recuperación del 0,3% hacia fin de año, confirmando el estancamiento económico que afecta principalmente a lxs trabajadorxs.
La situación cambiaria refleja la contradicción central del modelo: mientras PIMCO (PIMCO es uno de los fondos de inversión más grande a nivel mundial) exige la liberación del dólar, el mercado ajusta sus proyecciones a la baja, ubicando al dólar oficial en $1.463 para noviembre, casi $37 por debajo del cálculo anterior. Esta tensión entre las demandas del capital financiero y la realidad económica nacional expresa la imposibilidad de sostener simultáneamente la estabilidad cambiaria y el ajuste fiscal. La tasa de interés activa proyectada en 40,6% anual para noviembre y 35% para diciembre evidencia el costo crediticio que afecta a pequeñxs productorxs y emprendedorxs, profundizando la concentración económica. La mercantilización de la vida avanza mientras el poder global valida un modelo que transfiere recursos desde lxs trabajadorxs hacia el capital transnacional, consolidando una estructura de dependencia que reproduce la explotación y limita cualquier posibilidad de desarrollo soberano.