| ★ POLÍTICA |
(★) Argentina.- El gobierno libertario prepara un paquete de noventa artículos para exprimir a lxs trabajadorxs hasta la médula, mientras la resistencia sindical calienta motores con un paro nacional.
La jugada se conocerá oficialmente recién después del 10 de diciembre, una vez que sus nuevos legisladores ocupen el Congreso, estrategia que busca desactivar la oposición legislativa.
Según reveló el asesor empresarial Julián De Diego a Infobae –con acceso al borrador–, el proyecto incluye jornadas de hasta doce horas diarias –con tal de mantener un promedio de cuarenta y ocho semanales– y la instalación del "salario dinámico", que ataría los ingresos a la productividad en lugar de la inflación. Desde ATE, Rodolfo Aguiar le exige al presidente que explique "con claridad" para qué quiere esta reforma, porque "si dice que es para generar empleo, es falso". El titular del sindicato estatal advierte que esta "modernización" es puro verso neoliberal: los salarios reales se desplomarán mientras los patrones se llenan los bolsillos.
La trampa del banco de horas no es nueva –existe desde 1991– pero ahora se potencia para flexibilizar aún más las condiciones. La indemnización por despido, lejos de "mejorarse" como promete el oficialismo, podría pagarse en cuotas a través de un fondo de cese que les trabajadorxs mismxs financiarían con descuentos del 2 al 10% de sus magros sueldos. El argumento de "atraer inversiones" no es más que código para garantizar plusvalía a costa del sudor del pueblo.
El timing es sospechoso: presentar la reforma después del cambio de mando parlamentario busca operar con mayorías acomodaticias. Pero ATE ya convocó a un plenario federal para este martes a las 14 horas en su sede de Av. Belgrano 2527 para definir la fecha del paro. "Si nos quedamos quietos nos aplastan", sentencia Aguiar. La batalla está servida: de un lado, la lógica del capital que quiere convertir a les trabajadorxs en máquinas disponibles; del otro, la unidad de quienes viven del trabajo. La calle será el verdadero escenario donde se decida si esta contrarreforma pasa o se hace pedazos.