jueves, 20 de noviembre de 2025

LA HIPOCRESÍA CLIMÁTICA: PETROLERAS Y AGRONEGOCIO SECUESTRAN LA COP30

| ★ AMBIENTE |

(★) Brasil.- Mientras el planeta arde, las corporaciones responsables de la crisis climática dictan las reglas del juego en la cumbre ambiental más importante del mundo

La COP30* en Belém do Pará se ha convertido en el escenario perfecto para el lavado verde corporativo. Más de 1600 lobistas de combustibles fósiles han invadido las negociaciones climáticas, superando en número a casi todas las delegaciones nacionales excepto la del país anfitrión, Brasil. Esta cifra representa uno de cada 25 participantes, una presencia masiva que demuestra cómo las industrias extractivistas han permeado las discusiones que deberían regularlas.
La ironía es brutal: mientras el presidente Lula denuncia la desinformación climática en su discurso inaugural, su propio gobierno autorizó a Petrobras para explotar hidrocarburos en la cuenca amazónica apenas tres semanas antes de la cumbre. La petrolera estatal brasileña cuenta con ocho representantes acreditados, tres de ellos integrando la delegación oficial del país anfitrión.
Pero el lobby no se limita al petróleo. El agronegocio despliega su maquinaria de influencia a través de la "Agrizone", un espacio financiado por corporaciones como Bayer y Nestlé que presentan al sector como "parte de la solución". Esta narrativa encubre una realidad devastadora: en Brasil, el agronegocio es el principal responsable del cambio climático, no el sector energético.
Las tácticas son variadas pero convergentes: desde campañas millonarias de desinformación hasta la presión para modificar métricas de medición de emisiones. Exxon, por ejemplo, ya conocía desde 1981 la relación entre combustibles fósiles y calentamiento global, mientras financiaba organizaciones negacionistas. Hoy, esa misma empresa tiene ocho representantes en la COP30.
La protesta indígena que intentó ingresar a la zona de negociaciones gritando "Gobierno de Lula, qué papelón, destruyó el clima con esa perforación" sintetiza la contradicción fundamental: quienes sufren las consecuencias del extractivismo son excluidos, mientras quienes lo promueven tienen acceso privilegiado.
Esta captura corporativa de las negociaciones climáticas no es accidental: es el resultado de décadas de inversión estratégica para diluir la acción climática y proteger intereses económicos por encima de la supervivencia planetaria. ¿Por qué Lula y los o las presidentes que dicen ser presionados para habilitar estas políticas antipopulares y anti futuro, no salen claramente a denunciar los aprietes, a pedir la intervención del pueblo y a habilitarla? ¿hay progresismo que pueda correr el eje de los intereses capitalistas?

* La COP30 es la 30ª Conferencia de las Partes (Conference of the Parties) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático