martes, 11 de noviembre de 2025

HONDURAS: LA HORA DE PROFUNDIZAR LAS TRANSFORMACIONES CON RIXI MONCADA

| ★ POLÍTICA |

(★) Honduras.- Una candidata que viene de las aulas populares enfrenta a las 10 familias que secuestraron Honduras durante 12 años... mientras el pueblo escribe con sus pies la historia que los poderosos quisieron borrar.

Una Honduras que se despierta del letargo neoliberal y se mira en el espejo de su propia dignidad colectiva —esa que baja de las montañas, que emerge de los barrios marginales, que se reconoce en los rostros indígenas y afrodescendientes— está escribiendo su historia electoral con la tinta roja de la resistencia popular. Rixi Moncada, la candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre), encarna esta batalla por la continuidad de un proyecto que busca desmontar el andamiaje de saqueo que durante 12 años y 7 meses convirtió al país en botín de 25 grupos económicos y 10 familias oligárquicas. La deuda externa aumentó 350% bajo ese régimen, la pobreza creció 20%, mientras las arcas públicas se privatizaban en 200 pedazos para beneficio de la banca privada y los intereses narcopolíticos.

La movilización en Tegucigalpa no es sólo un acto electoral. Es la materialización de un pueblo que exige la profundización de transformaciones iniciadas bajo Xiomara Castro: educación gratuita, energía subsidiada para 1.3 millones de hogares, carreteras que conectan territorios históricamente abandonados. Los datos cuantitativos hablan: reducción del 23% en homicidios —la mejor cifra en dos décadas—, 225.763 pequeños productores beneficiados con bonos cafeteros y ganaderos, 75 canchas deportivas construidas o restauradas. Pero detrás de cada número hay cuerpos que antes sólo conocían el despojo: comunidades lencas que resisten desalojos, defensores ambientales como los de Guapinol que recuperan su libertad, trabajadores que ven derogada la infame Ley de Empleo por Hora que precarizaba a 40 mil personas.

¿Hasta dónde puede llegar un proceso de refundación cuando el poder real sigue en manos de quienes controlan los resortes económicos? La respuesta se jugará el 30 de noviembre, cuando Honduras decida entre continuar desmontando el narcoestado o retroceder al abismo de la dependencia. La marea roja avanza, pero las oligarquías no se rinden fácilmente. ¿Podrá el pueblo hondureño consolidar su victoria frente a un enemigo que juega con las cartas marcadas del capital transnacional y la injerencia imperial?