| ★ ARGENTINA |
(★)Argentina.- El exvicepresidente boliviano analizó en Página|12 la crisis argentina y advirtió sobre la necesidad de construir alternativas que generen esperanza colectiva.
En una entrevista contundente con Nora Veiras en AM 750, Álvaro García Linera desarmó con precisión quirúrgica los mitos del gobierno de Milei y trazó un diagnóstico crudo sobre la realidad latinoamericana. El exvicepresidente boliviano no dejó títere con cabeza al desmontar la supuesta baja inflacionaria: "Argentina tiene los precios más altos del continente", afirmó, superando incluso a París, Nueva York y Madrid.
La radiografía que dibuja García Linera es desoladora pero realista: salarios latinoamericanos con precios europeos, una moneda sobrevaluada y una clase media que sobrevive gastando ahorros y endeudándose, mientras las clases populares despliegan creatividad para "inventarse" trabajos. Pero su análisis más agudo apunta a la necesidad política: "Hay que abandonar la ilusión de que la gente no va a aguantar".
El intelectual marxista explica que la resistencia popular no surge espontáneamente del hartazgo, sino que requiere de esperanzas concretas. "La gente no aguanta cuando, además de tener un deterioro de sus condiciones de vida, hay una esperanza por la cual vale la pena unirse, reunirse, gastar tiempo, caminar, marchar y protestar".
García Linera propone un modelo alternativo que contemple las transformaciones sociales de las últimas décadas. Ya no se trata sólo de sacar gente de la pobreza, sino de reconocer que esos sectores hoy tienen nuevas aspiraciones de ascenso social. Y aquí viene su aporte más original: la necesidad de incluir a la economía popular, ese 50% de la población que no tendrá empleo formal ni hoy ni en 40 años.
Su crítica también alcanza a la militancia progresista, que durante los años de gobierno se convirtió en un "mecanismo" y "carrera laboral", perdiendo ese carácter misionero que caracterizó a los movimientos populares del siglo XXI.
En su encuentro con Cristina Kirchner, García Linera encontró a una líder con "lucidez histórica extraordinaria" y "cable a tierra", capaz de diagnosticar con precisión los problemas del mundo y Argentina. Un reconocimiento que suena a llamado de atención para quienes pretenden construir alternativas sin aprender de las experiencias concretas.