martes, 4 de noviembre de 2025

EL AJUSTE SE PROFUNDIZA: MILEI REARMÓ SU GABINETE PARA ACELERAR LAS REFORMAS NEOLIBERALES

| ★ ARGENTINA |

(★) Argentina.-Tras el triunfo electoral, el gobierno ultraliberal se prepara para profundizar el ajuste estructural con un gabinete "renovado" y una agenda de privatizaciones y flexibilización laboral.

La Casa Rosada huele a nuevo cuero de sillones ministeriales pero el aroma no disimula el tufillo de continuismo neoliberal. Javier Milei rearmó su equipo de gobierno con Manuel Adorni como jefe de Gabinete y Diego Santilli al frente del Ministerio del Interior, en lo que representa una apuesta por rostros más mediáticos que técnicos para impulsar la segunda etapa de su proyecto de shock.

Mientras los mercados financieros festejan con subas récord en las acciones argentinas -algunas empresas duplicaron su valor en apenas un mes-, la economía real sigue sumida en la recesión. Los datos son contundentes: la provincia de Salta, por ejemplo, perdió más de 11 mil puestos de trabajo registrados y 450 empleadores en apenas 19 meses de gestión mileista. Los sectores más golpeados fueron la agricultura y la construcción, actividades fundamentales para las economías regionales.

La farsa de los "candidatos no testimoniales"
La designación de Adorni y Santilli expone la contradicción fundamental del discurso oficialista. Ambos habían sido elegidos como legisladores pero renunciaron a sus bancas para asumir cargos ejecutivos, en lo que constituye una práctica habitual del sistema político que ellos mismos denostaban. Adorni intentó justificarse con un argumento de patas cortas: "Testimonial es cuando estafás al electorado... uno se debe al Presidente".

La interna no tardó en estallar. Mauricio Macri calificó la designación de Adorni como "desacertada", señalando su falta de experiencia para coordinar todo el gabinete. La respuesta del flamante jefe de Gabinete fue contundente: "Tal vez le jugó una mala pasada el sentimiento de nostalgia de otros tiempos", en una clara alusión al fracaso del gobierno macrista que terminó con "serios problemas económicos y el regreso del kirchnerismo".

La agenda oculta: más ajuste y represión
Santilli fue claro sobre los objetivos: impulsar reformas presupuestarias, "modernización laboral" (eufemismo para precarización, o incluso la vuelta a atrás en más de cien años en las condiciones laborales para empleados y empleadores, con clara desventaja para quienes trabajan), baja de impuestos (sólo para ricos) y nuevo código penal (para poder acallar protestas o emergentes sociales que cuestionen explícitamente o de manera sesgada las reformas o las situaciones desafavorables socialmente que estas generen). Mientras tanto, Patricia Bullrich -próxima a dejar Seguridad para asumir como senadora- radicaliza su discurso reaccionario: se mostró junto a Cecilia Pando en La Derecha Fest y ordenó que las escuelas de policía vuelvan a llevar los nombres de represores como Ramón Falcón y Alberto Villar.

El crédito para el sector productivo sigue en "cámara lenta", con tasas que aunque bajaron del 44% al 35% siguen siendo prohibitivas para PyMEs (Pequeñas y Medianas Empresas) y cooperativas. Mientras las grandes empresas festejan en Wall Street, las economías regionales se desangran y el consumo interno se desploma.

La geopolítica del sometimiento
Milei prepara su viaje número 14 a Estados Unidos para participar del America Business Forum en Miami, donde se reunirá nuevamente con Donald Trump. Según el Financial Times, el objetivo de Washington es claro: impulsar la dolarización en Argentina para reducir la influencia china en la región. El gobierno argentino se convierte así en el caballo de Troya del imperialismo yanqui en América Latina.

La foto es elocuente: un presidente que viaja 14 veces al norte mientras su país pierde miles de puestos de trabajo, un gabinete que prioriza los intereses financieros sobre los productivos, y una agenda represiva que glorifica a los verdugos de la historia. El ajuste tiene nuevo rostro, pero la esencia es la misma: transferencia de riqueza desde el pueblo trabajador hacia los sectores concentrados de la economía.