martes, 4 de noviembre de 2025

EEUU: EL TERRORISMO DE ESTADO COMO POLÍTICA OFICIAL

| ★ INTERNACIONAL |

(★)EEUU.Trump ordena ejecuciones extrajudiciales que constituyen crímenes de lesa humanidad, siguiendo el manual israelí de asesinatos selectivos

El gobierno de Donald Trump está cometiendo crímenes de lesa humanidad a escala industrial. Bajo el eufemismo de "ataques cinéticos letales", el secretario de Defensa de ese país Pete Hegseth anunció la ejecución de 14 personas en embarcaciones civiles del Pacífico oriental, sumando 61 asesinatos extrajudiciales desde septiembre. 

Desde la perspectiva del derecho internacional, estos asesinatos sin juicio constituyen crímenes de lesa humanidad según el Estatuto de Roma. Aunque Estados Unidos nunca lo firmó -precisamente para mantener sus manos libres para cometer atrocidades-, eso no cambia la naturaleza criminal de sus actos. Son parte de un "ataque generalizado o sistemático contra población civil" que define el artículo 7 del Estatuto.

Trump lo dijo sin tapujos: "Vamos a matar a personas que están trayendo drogas a nuestro país. ¿De acuerdo? Vamos a matarlos, ya saben, van a estar muertos". La crudeza del lenguaje revela el desprecio absoluto por el derecho internacional y la vida humana. Es el mismo discurso que usan todos los gobiernos autoritarios para convertir la política en guerra permanente.

El modelo es Israel, pionero en asesinatos selectivos que incluyen científicos iraníes ejecutados junto a sus familias. Lo que antes se hacía en la sombra, ahora se anuncia orgullosamente en redes sociales. La propaganda bélica ha logrado que sólo consideremos "terroristas" a los grupos irregulares, mientras los Estados masacran con impunidad bajo el manto de la "lucha antiterrorista".

Esta escalada criminal no es casual: responde a la necesidad de crear enemigos internos (inmigrantes) y externos ("narco-terroristas") para contener la disidencia. Es la estrategia schmittiana(*) de reconvertir la política en guerra, donde el imperio se arroga el derecho de decidir quién vive y quién muere.

La comunidad internacional mira pasiva cómo se consolida un nuevo estándar de barbarie. Como advirtió Montesquieu(*2), "ningún poder sin límites puede ser legítimo". La impunidad de hoy sienta las bases de las masacres de mañana. Mientras Trump mata en el Caribe y en Argentina Bullrich reivindica genocidas, el mensaje es claro: para el poder, algunas vidas valen menos que otras.

(*) Concepto filosófico y político desarrollado por el jurista y teórico político alemán Carl Schmitt (1888-1985), doctrina que funda el poder político definiendo un enemigo radical y suspendiendo el orden legal.
(*2)Montesquieu fue un pensador de la Ilustración francesa, jurista y filósofo político del siglo XVIII, cuyo legado más importante es su teoría de la separación de poderes, propuesta en su obra cumbre, "El espíritu de las Leyes".  Esta teoría, fundamental para las democracias modernas, defiende que el poder del Estado debe dividirse en tres ramas (legislativa, ejecutiva y judicial) para evitar la tiranía y garantizar la libertad.