domingo, 27 de julio de 2025

LO CRÍTICO ES RECUPERAR AL OTRO

(★).-[1.09] Lo crítico, entonces, es recuperar al Otro como distinto del sistema que lo ha cosificado, diría G. Lukács, y por lo tanto dejado bajo el dominio de la Voluntad de Poder nietzscheana. Respetar la alteridad del Otro es la esencia y el origen de lo crítico, de la protesta, de la rebelión, y en ciertos casos límites hasta de la revolución de los sistemas vigentes, frutos del proceso de institucionalización de la dominación. Volveremos sobre el tema, pero queremos dejarlo anotado desde el comienzo. En el horizonte del desierto (arábigo) un beduino semita, palestino aún como los judíos (que fue una de esas tribus palestinas entre el Egipto y la Mesopotamia hace miles de años) se avanza como un punto lejano; al aproximarse se va descubriendo de qué clan, de qué tribu, de qué pueblo es miembro. Más cercano ya, en la proximidad, el semita (no el aguerrido indoeuropeo hoplita helénico forrado de hierro) establece el
cara-a-cara. Paním el paním dice el dialecto palestino llamado hebreo. 
Prósopon pros prosopon en la traducción griega. Es la categoría que funda todas las categorías críticas. El rostro-a-rostro. Descubriendo su rostro, que estaba cubierto para protegerse del calor como en el caso de los Tauregs del Sahara, se revela el Otro como otro, que aunque sea un enemigo de las confrontaciones históricas, hay que otorgarle hospitalidad (comida, agua, vestido, una tienda), porque la alteridad es sagrada, es lo santo en cuanto tal, punto de partida de una definición ética de la crítica teórica y práctica.

Fragmento de 14 TESIS DE ÉTICA (El fundamento esencial del pensamiento crítico), Enrique Dussel