| ★ OPINIÓN |
(★).- Mientras el pueblo come polenta con agua, la clase media alta (aspiracional a oligarquía) disfruta de sus vacaciones en Miami con dólar subsidiado.
Los datos son elocuentes: 17,5 millones de argentinos viajaron al exterior en 2025, un 43% más que el año anterior. ¡Qué maravilla! El ajuste de Milei funciona tan bien que hasta la clase media-alta puede darse el lujo de escaparse a Brasil o Chile. Mientras tanto, el turismo receptivo cae 21% porque, claro, ¿quién quiere visitar un país donde la mitad de la población está contando monedas para el colectivo?
La ironía es deliciosa: la misma burguesía que aplaude el "achique del Estado" y los "recortes necesarios" aprovecha el dólar barato para sus tours de compras en Punta del Este. Después vuelven y se quejan de que "el país está hecho mierda", sin darse cuenta de que ellos son parte del problema. O mejor dicho, sí se dan cuenta, pero les importa un carajo.
El déficit turístico de USD 2.068 millones en seis meses es la mejor metáfora del modelo: plata que se va del país mientras la economía local se desangra. Pero no se preocupen, seguramente estos turistas de elite volverán con anécdotas fascinantes sobre cómo negociaron precios en el free shop, mientras sus empleados piden aumento por inflación.
Lo más gracioso es que estos datos se publican como "buenas noticias económicas". Sí, claro, porque nada mejor para un país empobrecido que ver cómo su burguesía se gasta los dólares en el exterior. Es el capitalismo en su máxima expresión: socializar las pérdidas y privatizar las vacaciones.
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